Así se prepara el patio para las Comuniones

No es fácil montar el patio. Requiere tiempo, ganas, tener las cosas a tiempo... pero sobre todo eso, gente buena, catequistas comprometidos, padres voluntarios. Sin ellos no sería posible convertir un patio de recreo en una auténtica Iglesia.

Todo comienza el viernes con la limpieza de suelo, las moquetas y las sillas. Sin olvidar que mucho antes se han estado preparando los guiones de la Eucaristía, carteles, cuadrantes, encargos de flores, ensayos, cantos, lavado y planchado de fundas....

El sábado, temprano, hay que sacar las imágenes, sillas, centros de flores, altar, instrumentos... y volverlos a recoger al final de la Comunión para volverlo a montar el domingo. Todo un esfuerzo contrarreloj y rezando para que el día amanezca bueno. No es la primera vez que la lluvia o el viento nos han tenido en vilo hasta el último minuto...

Y el domingo toca recogerlo todo para que nuestra "Iglesia" vuelva a ser patio de colegio.
Todo un antes y un después. Todo un esfuerzo lleno de ilusión por nuestros niños. Saber que este esfuerzo les acerca más a Jesús y les ayuda a crecer nos anima a seguir trabajando cada día.

¡Gracias a todos los que lo hacéis posible!