Eucaristías de Calasanz 2015

Y como no podía ser de otra manera, la semana de Calasanz terminó con la mejor celebración posible: una Eucaristía para dar gracias por su obra y su ejemplo, para pedir por todos nuestros profesores y por todos los educadores del mundo, para recordar a tantos niños que, como nosotros, siguen necesitando la educación para ser mejores, más libres, mejores personas, mejores cristianos.
A nosotros nos toca poner la ilusión, los buenos deseos, las ganas, el entusiasmo, la energía de la vida que rebosa en nuestro corazón.

Queridos profes: gracias por ser testimonio vivo de Calasanz en nuestras vidas.