¡Adviento! Un tiempo muy especial.
Y no sólo para alumbrar las calles ...sino nuestras vidas, nuestras historias, nuestro corazón...Así lo hemos experimentado hoy en nuestra celebración de Secundaria.
La invitación que se nos ha hecho es sencilla. ¿Os atrevéis?
¡Encendamos la luz de nuestro interior!
Alumbremos los espacios de oscuridad que nos rodean...
Seamos luz cada día para los otros, allí donde nos encontremos.
Alumbremos con pequeños gestos, que son los que encienden nuestro mundo.
LLevemos la luz allí donde hay soledad, tristeza, desesperanza...
Reflejemos en nuestras vidas la luz de Dios, de Jesús, porque esta Navidad estamos dispuestos a DEJARNOS ENCENDER y ALUMBRAR con más fuerza que nunca.
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