Lo ordinario es lo más común, lo regular, lo que sucede habitualmente.
Así es y así discurre la mayor parte del tiempo de nuestra vida, en ese
rutinario y monótono día a día, que a veces hasta se nos hace mecánico y
del que tantas veces sentimos la tentación de huir y escapar. En
cambio, así de habitual, regular y común es también la acción de Dios en
nuestra vida. Piensa que tu día a día es también el día a día de Dios,
que tu vida ordinaria es también la vida ordinaria de Dios. Porque es
ahí donde Dios se te da y es de esa manera, tan común y tan simple en
sus formas, como Dios te va dando a conocer su voluntad.
Una llamada inesperada, un imprevisto, una conversación, el madrugón
para ir al trabajo, el atasco correspondiente o el autobús que se me
escapa, ese que se cuela en la cola del cajero cuando más prisa tengo,
son ocasiones preciosas para un ofrecimiento o un momento de oración, un
acto de amor o de acción de gracias, un acto de fe en Dios, una pequeña
renuncia o mortificación.
Tendemos naturalmente a buscar esa
irresistible fascinación de lo espectacular y aparatoso, de lo
extraordinario y fuera de lo común, haciendo del milagro o de la lotería
casi un ideal. Nada más ajeno al estilo del Evangelio. Piensa que la
encarnación es un Dios que se hace carne de niño, que la redención se
realiza en el aparente y estrepitoso fracaso de una cruz o que el gran
prodigio de la Eucaristía gravita sobre un poco de pan y un poco de
vino.
Tu santidad será más real cuanto más crezca hundida y escondida, como
grano fecundo, en la tierra árida y dura de tu vida cotidiana. Ahí estás
llamado a impregnar todas las cosas, personas y circunstancias de una
profunda visión de fe, capaz de atisbar en todo y en todos ese susurro
de cielo que es Dios presente en tu vida. Descubre y renueva el valor de
ese pequeño día a día de tu vida que resultará tanto más extraordinario
cuanto más sepas llenarlo de Dios.
Papa Francisco.
Blog de Pastoral del Colegio RR Calasancias de Sevilla
La clave no sólo es buscar, sino ENCONTRAR. Hay mucho YO por crecer, mucho HERMANO por amar, mucho DIOS por conocer y dejar ser en nuestra vida. Y como toda ayuda es poca aquí te ofrecemos un espacio sencillo al ESTILO CALASANCIO. Encontrarás noticias, oraciones, imágenes, canciones, reflexiones... En definitiva, todo lo que te ayude a ENCONTRAR y ENCONTRARTE. Así de simple y necesario.
LA FRATERNIDAD, UN DON Y UN COMPROMISO
Dejemos obrar a Dios que para mejor será (B. Faustino Míguez)
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