¿COMENZAMOS O SEGUIMOS?

Cada año por estas fechas hablamos de que COMIENZA el Adviento. Las tiendas ya se han puesto en marcha y no pierden ni un minuto para meternos por los ojos las bondades de estas fechas tan bonitas para regalar y gastar en familia.

Pero en realidad los cristianos no comenzamos: SEGUIMOS.

Seguimos escuchando la Palabra que nos invita a esperar y abrir la puerta al niño que viene.
Seguimos intentando estar despiertos y atentos a Dios que viene en cada hermano que nos necesita.
Seguimos queriendo ser auténticos y verdaderos, honestos y justos
Seguimos compartiendo lo que somos y tenemos
Seguimos construyendo la Iglesia, que somos todos, que la hacemos entre todos.
Seguimos acusando y denunciando las injusticias y lo que no funciona bien en nuestro mundo.
Seguimos siendo testigos de Cristo, ejemplo de la Familia de Nazaret, fermento en la sociedad.

Detrás de cada árbol y portal de Belén, detrás de cada felicitación y encuentro familiar, detrás de cada brindis y regalo... SEGUIMOS DEJANDO ESPACIO PARA QUE DIOS NIÑO SEA EN NOSOTROS.

¡FELIZ ADVIENTO! ¡FELIZ ESPERA DEL NACIMIENTO DE JESÚS!

¡Felicidades, maestro!

¡GRACIAS, CALASANZ!

GRACIAS, CALASANZ, POR ESCUCHAR Y SEGUIR LA VOZ DE DIOS EN TU CORAZÓN




GRACIAS, CALASANZ, POR CREAR LA PRIMERA ESCUELA POPULAR Y GRATUITA


GRACIAS, CALASANZ, POR NO DESANIMARTE ANTE LAS DIFICULTADES Y CONFIAR SIEMPRE EN DIOS



GRACIAS, CALASANZ, POR SEMBRAR EL AMOR A LA ESCUELA EN EL CORAZÓN DE OTROS QUE, COMO TÚ, QUISIERON DEDICAR SU VIDA A LOS NIÑOS Y LOS JÓVENES



GRACIAS, CALASANZ, POR ENSEÑARNOS EL VALOR Y LA DIGNIDAD DE CADA NIÑO Y EL VERDADERO SENTIDO DE ENSEÑAR Y APRENDER


Y GRACIAS, CALASANZ, POR EL DON DE DIOS QUE HOY TANTOS MAESTROS Y MAESTRAS SEGUIMOS COMPARTIENDO DESDE LA ENTREGA DE NUESTRA VIDA

GRACIAS A TU COMPROMISO... RENACE LA ALEGRÍA

En el cartel del DOMUND de este año, la sonrisa de unos jóvenes de distintas razas nos mostraba la alegría de tantos misioneros que comparten y dan su vida a los demás.

La sonrisa de nuestros niños con las huchas y los diplomas de agradecimiento nos muestran la alegría y el compromiso que rebosa en nuestro cole. Y es que, un año más, tenemos que daros las gracias por vuestra generosidad en la Campaña por las misiones.

Entre todos, hemos recaudado 4.304,5€ que irán íntegros a sostener y ayudar a nuestros misioneros en su tarea de llevar el Evangelio a todos los rincones del mundo.

 De nuevo, y animándonos a seguir trabajando cada día con más ganas,

Jesucristo Rey

Las fuentes no admiten dudas. Jesús vive volcado hacia aquellos que ve necesitados de ayuda. Es incapaz de pasar de largo. Ningún sufrimiento le es ajeno. Se identifica con los más pequeños y desvalidos y hace por ellos todo lo que puede. Para él la compasión es lo primero. El único modo de parecernos a Dios: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo».

¿Cómo nos va a extrañar que, al hablar del Juicio final, Jesús presente la compasión como el criterio último y decisivo que juzgará nuestras vidas y nuestra identificación con él? ¿Cómo nos va a extrañar que se presente identificado con todos los pobres y desgraciados de la historia?

Según el relato de Mateo, comparecen ante el Hijo del Hombre, es decir, ante Jesús, el compasivo, «todas las naciones». No se hacen diferencias entre «pueblo elegido» y «pueblo pagano». Nada se dice de las diferentes religiones y cultos. Se habla de algo muy humano y que todos entienden: ¿Qué hemos hecho con todos los que han vivido sufriendo?

El evangelista no se detiene propiamente a describir los detalles de un juicio. Lo que destaca es un doble diálogo que arroja una luz inmensa sobre nuestro presente, y nos abre los ojos para ver que, en definitiva, hay dos maneras de reaccionar ante los que sufren: nos compadecemos y les ayudamos, o nos desentendemos y los abandonamos.El que habla es un Juez que está identificado con todos los pobres y necesitados: «Cada vez que ayudasteis a uno de estos mis pequeños hermanos, lo hicisteis conmigo». Quienes se han acercado a ayudar a un necesitado, se han acercado a él. Por eso han de estar junto a él en el reino: «Venid, benditos de mi Padre».Luego se dirige a quienes han vivido sin compasión: «Cada vez que no ayudasteis a uno de estos pequeños, lo dejasteis de hacer conmigo». Quienes se han apartado de los que sufren, se han apartado de Jesús. Es lógico que ahora les diga: «Apartaos de mí». Seguid vuestro camino...

Nuestra vida se está jugando ahora mismo. No hay que esperar ningún juicio. Ahora nos estamos acercando o alejando de los que sufren. Ahora nos estamos acercando o alejando de Cristo. Ahora estamos decidiendo nuestra vida

José Antonio Pagola

Viva la Virgen Niña

 Hoy viernes 21 de noviembre es el día de la Virgen Niña. Desde siempre ha sido tradición en nuestro cole celebrarlo. Aunque este curso ha sido un poco más especial todavía.

No sólo los "peques" del cole han recordado a María Niña, sino que todos los cursos, desde 3 años hasta 4º de ESO, hemos pasado hoy por el Oratorio a visitar a María y dedicar unos minutos de oración.
De esta forma, durante toda la mañana, minuto tras minuto, algunos niños del colegio han estado rezando por todos los niños del mundo y por los de nuestro colegio. Mientras estábamos en el recreo, o estudiando, o trabajando, o haciendo ejercicios en clase... cada hora del día de hoy ha estado llena de amor, oración, silencio y cariño a María.

¡ Feliz día de la Virgen Niña a todos !

Convivencia vocacional en Getafe

Un año más, alumnos y exalumnos de los colegios calasancios de España nos hemos reunido en Getafe para la convivencia vocacional. Sin duda ha sido una experiencia fantástica e inolvidable. No importan las horas de bus, el frío, dormir menos por la noche... Encontrarnos con viejos amigos, conocer amigos nuevos, reflexionar sobre nuestra vida y dejar más espacio a Dios en ella, poder experimentar la presencia del P.Faustino, visitar el museo... Todo ha sido un regalo y un don y nos sentimos privilegiados por haber podido participar.
Gracias por esta gran experiencia

Dios nos llama a dar vida

Sí a la creatividad

A pesar de su aparente inocencia, la parábola de los talentos encierra una carga explosiva. Sorprendentemente, el “tercer siervo” es condenado sin haber cometido ninguna acción mala. Su único error consiste en “no hacer nada”: no arriesga su talento, no lo hace fructificar, lo conserva intacto en un lugar seguro.

El mensaje de Jesús es claro. No al conservadurismo, sí a la creatividad. No a una vida estéril, sí a la respuesta activa a Dios. No a la obsesión por la seguridad, sí al esfuerzo arriesgado por transformar el mundo. No a la fe enterrada bajo el conformismo, sí al trabajo comprometido en abrir caminos al reino de Dios.

El gran pecado de los seguidores de Jesús puede ser siempre el no arriesgarnos a seguirlo de manera creativa. Es significativo observar el lenguaje que se ha empleado entre los cristianos a lo largo de los años para ver en qué hemos centrado con frecuencia la atención: conservar el depósito de la fe; conservar la tradición; conservar las buenas costumbres; conservar; la gracia; conservar la vocación...

Esta tentación de conservadurismo es más fuerte en tiempos de crisis religiosa. Es fácil entonces invocar la necesidad de controlar la ortodoxia, reforzar la disciplina y la normativa; asegurar la pertenencia a la
Iglesia... Todo puede ser explicable, pero ¿no es con frecuencia una manera de desvirtuar el evangelio y congelar la creatividad del Espíritu?

Para los dirigentes religiosos y los responsables de las comunidades cristianas puede ser más cómodo

“repetir” de manera monótona los caminos heredados del pasado, ignorando los interrogantes, las contradicciones y los planteamientos del hombre moderno, pero ¿de qué sirve todo ello si no somos capaces de transmitir luz y esperanza a los problemas y sufrimientos que sacuden a los hombres y mujeres de nuestros días?

Las actitudes que hemos de cuidar hoy en el interior de la Iglesia no se llaman “prudencia”, “fidelidad al pasado”, “resignación”... Llevan más bien otro nombre: “búsqueda creativa”, “audacia”, “capacidad de riesgo”, “escucha al Espíritu” que todo lo hace nuevo.

Lo más grave puede ser que, lo mismo que le sucedió al tercer siervo de la parábola, también nosotros creamos que estamos respondiendo fielmente a Dios con nuestra actitud conservadora, cuando estamos
defraudando sus expectativas. El principal quehacer de la Iglesia hoy no puede ser conservar el pasado, sino aprender a comunicar la Buena Noticia de Jesús en una sociedad sacudida por cambios socioculturales sin precedentes.

Biotropía: un estilo de vida saludable

El pasado miércoles, José Eizaguirre, uno de los impulsores de la Biotropía, dio una charla en nuestro colegio, a la que asistieron numerosas personas.

Llevamos un ritmo de vida que a veces no nos hace pensar. ¿De dónde viene la comida? ¿Cómo se fabrica mi teléfono móvil? ¿Cuántos componentes tiene mi champú? ¿Cómo se tiñe mi camiseta de deporte?
Si investigamos un poco no todo es tan bonito ni fácil. A veces mi comodidad está construida sobre la explotación, la deforestación, las guerras y las injusticias.

La biotropía (www.biotropia.net) es un estilo de vida consciente, es convertir y transformar nuestro estilo de vida, vivir sin causar tanto daño. Cada uno desde lo que puede y sabe. Pero siempre pensando en el bien de los demás, del entorno que nos rodea, de nosotros mismos. Y también cuidando nuestra relación con lo trascendente, con el misterio, con el silencio, el desprendimiento y la gratuidad.

Sin duda ha sido para todos una invitación a ser más solidarios, más sostenibles, más saludables y más espirituales. Porque, entre todos, OTRO MUNDO ES POSIBLE

Sugerencias para convertir nuestra vida:

1. Usar más tiempo la ropa y la tecnología, compartirla, "heredarla". Si sirve, ¿por qué tirar o cambiar?
2. Fabricar nuestro propio jabón (con aceite y sosa) y productos de limpieza (con vinagre)
3. Comprar a granel o en botes grandes para producir menos basura
4. Comer carne y productos ecológicos
5. Reducir el consumo de carne (eso también ayuda a ahorrar y a que la carne que comamos sea de mejor calidad al ser ecológica)
6. Comprar en tiendas de comercio justo
7. Ser conscientes cada día de todo lo que tenemos y podemos hacer
8. Tener menos ruido en nuestra vida. Sin tele también se vive
9. Rezar, o meditar, o reflexionar, o estar en silencio. Cualquier cosa que te ayuda a SER
10. Cocinar y disfrutar de la comida sin excesos. Ni comer por comer ni hacer de más para que sobre.
11. No tirar nada de comida
12. Evitar en la medida que se pueda el ascensor, el coche,... Además de ahorrar energía o no contaminar es bueno para nuestro cuerpo.
13. Ser más sobrios y austeros. Con lo "suficiente" nos llega
14. Estar más en contacto con la naturaleza
15. Colaborar con alguna ONG o asociación.
16. Y muchas otras cosas que den algún giro a tu vida y ayude a cambiar también este mundo :)

Dar gracias a Dios por todo...

La caída del muro de Berlín

Estamos celebrando el 25 aniversario de la Caída del muro del Berlín. Los aniversarios son necesarios y útiles, más aún cuando son hechos que no queremos que vuelvan a repetirse. Un muro que divide una ciudad... un muro que separa a hermanos... un muro físico que no puede separar el corazón... un muro de soledades y tristezas... un muro que representa la represión del fuerte frente al pequeño...

Pero también el muro del no conformarse, de la lucha constante y callada, de la protesta, la indignación... un muro que representa a un pueblo que consigue su libertad y su unión.

Pero ¡cuidado!, que mucho celebrar aniversarios de caídas de muros y estamos construyendo o permitiendo que existan otros muros.
¡Cuidado! que aún hay muros que nos separan aunque no sean de ladrillo. ¡Cuidado! que nos estamos
dejando aislar. ¡Cuidado! que siempre hay un pequeño, un pobre, un hermano, un igual que pierde frente a un grande, un rico, un fuerte, un poderoso... o simplemente un yo, un tú... ¡Cuidado! con los muros que hay a nuestro alrededor. ¡Cuidado! con los muros que hay en nuestro propio interior...

Ahora que estamos de aniversario, es una buena ocasión para recordar que la humanidad no está hecha para muros, sino para puentes. Y que, entre todos, sí que podemos destruir la pobreza, la desigualdad, la soledad, el consumismo, el individualismo y todo aquello que, en lugar de unirnos, nos separa.

Es el momento de los puentes que, sin negar la riqueza que nos diferencia, unen posturas, respetan, dialogan, comparten, se compadecen, aceptan, caminan...

Es el momento de sacar palas y picos y que queden en la memoria y en los museos las piedras que lanzábamos a las cabezas de los demás.