Los cristianos tenemos que ser testimonios
claros de amor, y unidad.
Por eso, una vez al año, nos hacemos especialmente
conscientes de esta situación y pedimos al Señor que seamos capaces de vivir
unidos.
Durante toda esta
semana se nos invita especialmente a orar unidos, a vivir unidos con este lema:
«Destinados
a proclamar las grandezas del Señor» (1 Pedro 2, 9)
Porque...
Si la nota
dijese: una nota no hace melodía...
No habría sinfonía.
Si la palabra dijese: una
palabra no puede hacer una página...
No habría libro.
Si la piedra dijese: una
piedra no puede levantar una pared...
No habría casa.
Si la gota de agua
dijese: una gota de agua no puede formar un río...
No habría océano.
Si el hombre dijese: un
gesto de amor no puede salvar a la humanidad...
Nunca habría justicia, ni paz, ni dignidad, ni
felicidad sobre la tierra de los hombres.
Construyamos puentes- Puentes de colores distintos, de tamaños distintos, de formas distintas.
Puentes que nos acerquen, que nos encuentren, que nos inviten a encontarnos con el otro, con el hermano.
Puentes para vivir desde la Unión, desde la Paz, desde el Amor de Dios.
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