Ya hemos vuelto de Tarragona y lo hacemos ¡CON EL CORAZÓN LLENO!
En el aeropuerto de Barcelona nos encontramos con otros grupos de calasancias de Sanlúcar, Chipiona, Pontevedra, Vigo... que llegaban contentos e ilusionados. Y en los autobuses comenzamos nuestra aventura por tierras catalanas.
Por la tarde, ya en Tarragona y tras una estupenda comida, nos dirigimos a la plaza de toros para disfrutar de la representación de La Pasión de San Fructuoso, obispo y mártir de Tarragona que murió junto a sus dos diáconos, San Eulogio y San Augurio.
Fue una representación emotiva, especialmente el momento final en el que todos encendimos una pequeña vela que nos dieron al entrar. Ver toda la plaza iluminada por tantas personas que compartimos la misma fe en Jesús llena el alma de emoción.
Allí mismo en la plaza, y después en el hotel, vivimos el momento del reencuentro. Es un gran gozo volver a abrazar y besar a los que formaron parte de nuestra historia, a las caras conocidas y a los amigos. Es también una alegría conocer personas nuevas, profesores y religiosas de otros países, o de España pero que no habíamos visto nunca. Y de pronto uno se siente familia y empieza a crear lazos porque el espíritu calasancio y el carisma del P.Faustino nos une de una forma muy especial.
El momento central y más importante lo vivimos el domingo. Da impresión reunirse con otras 25.000 personas y ver la alegría y la pluralidad de nuestra Iglesia. Con orden y buena disposición de todos se creó un ambiente estupendo. Ni siquiera el calor hizo que se perdiera la solemnidad y la emoción por lo que todos estábamos viviendo.



Llegaban las despedidas y se acercaba el momento de regresar a Sevilla. Se nos mezclaba la alegría del encuentro con la pena de la separación. Sin duda en todos brotaba el agradecimiento por lo vivido y compartido. Somos bendecidos y nos sentimos muy afortunados por haber podido participar y celebrar esta beatificación. No sólo por M. Victoria, que es un auténtico don para nuestra Congregación, sino por tantas personas pequeñas que cada día hacemos cosas pequeñas en tantos colegios calasancios con el único fin de amar más a Dios y acompañar a los niños y jóvenes.
En nuestro autobús de regreso al aeropuerto de Barcelona, con los sanluqueños y chipioneros que también volvían en avión, se vivió la alegría, las canciones, la fiesta, el gozo, las risas, los buenos ratos. El buen ambiente, el grupo que se formó entre todos, la fe compartida, el estar pendientes unos de otros...todo nos ha hecho crecer un poco más, ensanchar nuestro corazón y amar lo calasancio.
Gracias Señor de todo corazón.
Gracias por permitirnos vivir la fe de esta manera tan especial.
Gracias por dejarnos a M.Victoria como ejemplo de vida.
Gracias por convertirnos en testigos de tu amor
BEATA VICTORIA VALVERDE
RUEGA POR NOSOTROS
Himno para la Beatificación de MVictoria Valverde
(Cantado y grabado por alumnos del Colegio de Sevilla del actual 2º de ESO)
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