LA FRATERNIDAD, UN DON Y UN COMPROMISO

Dejemos obrar a Dios que para mejor será (B. Faustino Míguez)

domingo, 16 de marzo de 2014

Segundo domingo de cuaresma... La Transfiguración




El segundo domingo de Cuaresma es casi una antítesis del primero. Donde había duda, aquí hay fe; donde había castigo, aquí hay bendición; donde había desierto, aquí hay montaña; donde había tentación, aquí hay experiencia de Dios; donde había sufrimiento, aquí hay dicha plenificante; donde había pecado, aquí hay gracia y santidad. 




Tú, que subes y enciendes la montaña.
Invítanos a seguirte, que el aire de la ciudad
está contaminado.

Tú, que te abrías a la presencia del Padre,

ungido del Espíritu,
enséñanos a rezar en el Espíritu del Padre nuestro,
y clamar: ¡Abba!

Tú, que brillas como el sol,
vence las tinieblas de nuestro corazón,
conviértenos en transparencia de tu luz.

Tú, que levantabas al caído
y enderezabas a la mujer encorvada,
enséñanos a defender la dignidad

de todos los hombres y mujeres.

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